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 [FIC]Besos Sangrientos

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2 participantes
AutorMensaje
Xaka Bathory

Xaka Bathory


Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 28/07/2010
Humor : Despechado

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MensajeTema: [FIC]Besos Sangrientos   [FIC]Besos Sangrientos I_icon_minitimeMiér Jul 28, 2010 6:48 pm

He vuelto... el segundo fic que escribí lo vuelvo a subir, y lo pondré en orden incluso me animare a seguir con la saga en cuanto remodele el segundo, lo dejo completo para que no perdais el hilo, comentad... Buenas noches.


Besos sangrientos

Prólogo

Hoy era mi ultimo día de entrenamiento bajo el mandato de Tepes, a partir de hoy debería de continuar yo solo, me sentía apenado tras medio siglo entrenando con el nos sentíamos muy unidos, pero alguna vez tendría que ser de todas formas hoy me dijo que me haría un regalo…

Llegué pronto pero después que él, Tepes, jamás me olvidare de su semblante marmoleo, su pelo negro siempre hacia atrás y su complexión elegante, me había enseñado tantas cosas, técnicas de combate para cazar licántropos, maneras de aguantar la sed, formas de no ser descubierto, el me había enseñado a ser un vampiro. Me quede unimismado, lo notó y empezó a darme caña, nada que un vampiro no pudiera resistir. Concluimos una hora antes de lo previsto, era nuestro último día…
-Bueno Xaka ya sabes todo lo que yo sé, hoy es el día de nuestra separación-me miro con esa sonrisa entrañable-ahora te daré tu regalo.

Pensé que podía ser, porque no llevaba ningún tipo de paquete encima.

-No busques en mi entorno, lo que te voy a regalar es mejor que cualquier objeto material-dijo tranquilamente, al ver mi desconcierto continuó-te voy a indicar dónde está tu primer objetivo.

-Mi… ¿objetivo?-mi desconcierto se hacía evidente.

-Sí, es una humana, pero créeme que es poderosa, ¿recuerdas la historia de Van Helsing?-asentí levemente con la cabeza-pues su inconsciente es algo así debes hacer lo que esté en tu mano para que no se convierta en una anti-neófitas.

-¿Lo qué esté en mi mano?-note como sonreía-Een…Entendido, ¿dónde esta? Has de trasladarte al otro lado de la península, se halla en el sur, bajo el nombre de Lilith.

-¿En que parte del sur?

-Eso has de descubrirlo tú. Por cierto-Sacó un bote vacio-dentro de este bote esta su aroma, por favor olisquéalo y grábate ese perfume en tú cabeza, tiene un olor muy característico y tu un olfato prodigioso no te costara encontrarla, ahora ponte en marcha. Xaka, yo me voy ya… Buenas noches.

Y me quedé solo pero con una misión muy clara, encontrar a Lilith…


El Encuentro


No tardé mucho en llegar, fui a ver mi nueva casa pero por el camino olí algo que me resulto familiar, me gire rápidamente y allí estaba Lilith sentada junto a la estación con extraña despreocupación, sus ojos de un azul claro me miraron, me atravesaron el alma y allí me quede de pie in móvil cual estatua de mármol…

Ella se levanto y vino hacia mí, jamás pude creer lo que veía, de repente se paro y me miro, se metió una mano en el bolsillo y se saco una moneda que echó a mis pies. Intente hacer un poco el Robocop, y se echó a reír.

-¡Ay que amor de niño!-si Tepes me hubiera visto en aquella situación, inmóvil y con una simple humana riéndose a mi cosa, se habría suicidado, de haber podido-¿me invitas al cine?

Lo dijo con tal dulzura y despreocupación que me aprecio un insulto, pero ¿cómo podía hacer eso con un desconocido? Inhale y conteste…

-Si me das 5 minutos para soltar la mochila y ver donde vivo estupendo-pareció más extrañada que yo, pero asintió.

-Aquí te esperaré-parecía sincera.

Pronto abandoné mi total parálisis para salir pitando hacia el número treinta y siete de la calle Adelfas. Era una casa grande pero no tuve tiempo de observarla con detenimiento solté las maletas y me guarde una daga de caza en el talón. Salí lo más rápido que pude de mi nueva casa y me dirigí a la estación.

Cuando llegue estaba igual que cuando la vi, pero sonriente, pensé en matarla allí mismo pero no tendría gracia, lo que si la tenia es que ella estaba allí cuando llegue, y había quedado conmigo para el resto del día, ¿me estaría esperando a mí? No me preocupe mucho puesto que yo era un ser prácticamente inmortal. Me acerque un poco a ella sigilosa mente.

-Bueno que ¿vamos?-dijo sin mirarme, era imposible que me hubiera visto ni escuchado.

-Cla… claro-no podía creerlo era la primera vez que una mortal me hacia tartamudear.

-Eres un amor, venga vamos andando, esta cerca-parecía serena y seguía sonriente, y vi esos ojos claros, que parecían verme a través de mi fachada humana.

Caminamos casi sin hablar, preguntas típicas y tonterías varias, de pronto llegamos a la puerta de un gran multicines. Me asalto una duda, realmente ¿era ella? Ni siquiera sabía su nombre…

-Perdona he perdido cualquier atisbo de modales, mi nombre es Xaka, Xaka Bathory-me salió demasiado seductor.

-Vale Xakita-gruñí inconscientemente, pero me ignoró-yo me llamo Lilith, a secas.

-Vale Lilith a secas ¿qué película quieres ver?-era el chiste más malo que había usado en toda mi eternidad, a ella le pareció exactamente lo mismo.

-No se cualquiera, elige tú, a mí lo que me gustan son las palomitas.

Así que compre dos entradas para una de risa, seria más fácil distraerla, mientras que yo “cumplía con el encargo”. Hasta que no estuvimos sentados o me di cuenta de que ella no había comprado palomitas, me dio la sensación de que aquella noche iba a ser muy larga.

La película comenzó, y estuvimos hablando hasta que algún insolente nos mando a callar, así que intente concentrarme en la película, me resultaba muy difícil, tenía dos preciosos ojos azules a un lado, esos ojos penetrantes que me leían como a un libro abierto, y un maravilloso cuello, que llamaba mi atención con demasiada facilidad. Al in conseguí reírme con algo de la película pero nos reímos ambos y fuimos a parar el uno a escasos centímetros del otro, mirada contra mirada, ella lo tenía más fácil que yo, tenía dos tentaciones, un trabajo que a este paso no cumpliría hoy, pero cuando estuve dos segundos aguantándole la mirada lo comprendí, jamás iba a completar el trabajo, me estaba enamorando de ella, de una futura cazadora de vampiros.

Rápidamente baje la vista avergonzado, dos segundos me bastaron para arrepentirme de dos cosas, entablar conversación con ella la primera vez y no haberla besado.

La película se me hizo tediosa, no me ofrecía entretenimiento, me alegre de ver los títulos, pero más a un me alegre cuando vi su rostro, era tan bellísimamente perfecta, debería estar tan apetitosa… pero no aguante mirándola un segundo mas, esto podría terminar muy mal, así que a la salida del cine intente irme, pero ella me detuvo.

-¿A dónde crees que vas?-parecía furiosa, pero tenía una sonrisa en la boca.

-Yo pues ya he cumplido y me voy a casa-no parecí nada creíble, eso o me leyó la mente.

-Te dejaré marchar-comencé mi escapara pero antes añadió-pero mañana te espero en el mismo sitio hacia media noche, tengo planes para mañana y no quiero hacerlos sola, nos vemos Xakita, muchos besos-respire aliviado cuando comenzó su marcha pero antes de irse murmuro algo que oí a la perfección-sangrientos…

El lugar

Cuando volví mire la casa con mayor detenimiento, me gustó era amplia, pero no tenia eco, era perfecto para matar a alguien sus paredes gruesas, no permitirían dejar salir ni un solo grito. Mi habitación me enamoró, Tepes sabía lo que me gustaba cuando la compró, tenía una ventana en el techo, a través del cual se veían perfectamente las estrellas.

Me cambie rápidamente y me tumbé en mi cama, para ver las estrellas, pero cuando vi dos juntas no pude evitar pensar en sus ojos, y el misterio que había tras ellos. Estuve reflexionando sobre ella, estaba claro que no podía matarla… Un momento, es que no tenia porque matarla, Tepes me dijo claramente “Haz lo que esté en tu mano”, si matarla no estaba en mi mano, ¿Qué podría hacer para que no matara vampiros? Convertirla en uno o hacer que nos amara…La primera quedó descarta a los pocos segundos, no quería verla sufrir en la transformación, entonces tendría que conseguir la segunda… pero ¿Cómo? Estuve muchas horas filosofando sobre aquello. Caí en la cuenta de la hora que era, llegaba dos minutos tarde, ¿sería puntual?

Efectivamente cuando llegué ya estaba allí, me miró y sonrió. Era un ser angelical, quien podría decir que sería una cazadora de vampiros.

-Bueno ¿vamos?-su sonrisa me derretía el cerebro, no era normal, se supone que era yo el ser perfecto, el que tendría que parecer un ser perfecto atractivo atrayente, tras varios segundos contemplando sus ojos- ¿Estás bien? Estas más pálido que de costumbre.

-Tranquila, estoy perfectamente… por cierto ¿Dónde vamos?-sonreí elocuentemente.

-A mi lugar secreto, ven sígueme…

No preste atención al camino, solo a su caminar, me volvía loco, no quería matarla pero me provocaba muy fácilmente. Cuando llegamos a una llanura se paró, entonces comencé a observar aquel lugar era precioso, en 40 años no había visto un lugar tan maravilloso.

-Me encanta…-fui tan sincero como pude, pero las palabras se quedaban cortas.

-Lo sé-sigilosamente se acerco a mí y me cogió por la cintura-Xakita, dime… ¿te gusto?

-Eehh, no-sin querer torcí el gesto lo suficiente como para tirar por la borda mi mentira.

Entonces me miró a los ojos, se acerco un poco más, yo me incliné instintivamente, nos sumergimos en un beso eterno, ya estaba hecho, la amaba no podía separarme de ella, quizá aquella sería la única forma de que amara a nuestra etnia o solo a mi…

Paramos para que tomara aire, la volví a mirar a sus ojos claros, me resultaría muy fácil quedarme con ella toda la eternidad. Ella también me miro, durante varios segundos estuvimos así, mirándonos a los ojos mientras nos abrazamos, bajo la luz de la media luna.

-Te quiero-se me escapó entre susurros.

-Yo también-su sonrisa leve azotó algo en mi interior-¿sabes? Eres muy mono cuando te pones tierno…

La volví a besar dulcemente durante varias horas. No me di cuenta estaba amaneciendo, me separe con delicadeza de ella y me puse las gafas de sol, la agarre por la cintura y juntos vimos el amanecer.

-He de irme-me dijo cuando todo terminó-tienes mi numero ¿No? Pues llámame a partir de mañana, exclusive, tengo un asuntillo pendiente, nos vemos Xakita, muchos besos sangrientos…


La Caza


Estar tanto tiempo con ella de esta forma no me haría ningún bien, tenía demasiada sed no podría mirarla a los ojos y no matarla. Decidí salir a cazar, una víctima por los alrededores no me haría ningún mal o quizás sí pero necesitaba hacerlo.

Me plante la mochila de caza a la espalda con: un pasamontañas y dos dagas de caza, por si me encontraba con un licántropo, aunque hoy tenía una misión diferente, no morir de sed. Tan pronto salí me di cuenta de lo azul que estaba el cielo para ser de noche… No tardé en ver mi víctima, era perfecta una muchacha alta, rubia, ojos verdes, piel oscura y curvas insinuantes.

Me acerqué rápidamente por la espalda, ella no me vio, ni siquiera me escuchó, la mordí suavemente mientras ella dejaba escapar un grito ahogado. Su sangre caliente me resultaba tan apetitosa, no quería dejar escapar ni una sola gota. En un momento quedó tirada en el suelo desangrada con expresión de pánico, pero no repare en que alguien me observaba hasta aquel instante, la olí era Lilith.

Quise correr pero no pude me quede petrificado, tenía miedo, no a que pudiera matarme si no a que me viera y yo tuviera que matarla a ella. Me puse el pasamontañas y me giré, entonces me gritó:

-¡Hey, Tú! que le haces a la chica-sacó un cuchillo bastante temible de su bolso, pretendía matarme, supuse que actuaba por instintos y la perdoné.
Sin hablar corrí en su dirección, con la intención de esquivarla en el último segundo, pero no fue así me asesto un tremendo corte en el brazo, aun así no pare de correr. Cuando me quise dar cuenta la tenia tras los talones, ¿cómo una humana podía correr a la misma velocidad que un vampiro? era algo inverosímil. Saqué rápidamente una de mis dagas de caza y se la lancé al antebrazo, le di de lleno. Aproveché su grito de dolor y su distracción para saltar una casa. Desde allí seguí corriendo hasta salir de la ciudad, para llegar a un pueblo cercano. Me senté, me quité el pasamontañas, que cubría mi perfecto rostro, y estuve allí, pensando en mi noche de caza hasta el amanecer.

Ya era de día, me puse las gafas y puse rumbo a mi hogar, hoy debía llamar a Lilith para ver si estaba en condiciones de salir conmigo, recordé mi corte en el brazo, ya solo era un pequeño rasguño, la regeneración sin duda era una gran ventaja. Pensé en si habría herido a Lilith lo suficiente como para que estuviera hospitalizada, no me lo pensé dos veces, la llamé.

-¿Lilith?-no oía nada.

-Sí soy yo ¿Xaka? Qué bien que hallas llamado te quería informar de que oí hemos quedado en mi casa a eso de las diez-parecía que se hallaba perfectamente, eso me alegró pero había quedado en su casa, ¿sin consultarme? Típico de ella.

-Lilith, no sé dónde vives…-era verdad nunca había estado en su casa, y esperaba no estarlo nunca.

Me explicó el camino entero hasta casa me deseo sus felices besos sangrientos y me dijo que no me retrasara. Tan pronto como anote la dirección cogí el portátil, lo conecte al cable del teléfono y busqué en un callejero su casa. Lo que pensaba su casa está justamente delante de mi victima de anoche, menuda casualidad… o no tanto. Me puse a pensar en el modo de hacer que Lilith amara a los vampiros para no cazarnos, pero era una tarea difícil ya que había visto a uno matando a su vecina, solo se me ocurrían dos formas, que un vampiro le salvara la vida o transformarla. Estuve debatiéndome contra mí mismo varias horas hasta que caí en la cuenta de la hora que era, otra vez llegaba tarde.

Por primera vez en mi vida iba a utilizar mis “ventajas” vampíricas para quedar bien y deslumbrar a una tía. Así que en cuestión de tres segundos llegué corriendo, abrí la puerta y entre en lo que parecía un patio común, subí las escaleras 1ºA, allí estaba yo sin saber qué hacer con la única intención de que nos amara a nuestra raza…

¡Toc, Toc!-simule con mi boca- ¿Se puede?



La Encerrona


La puerta estaba abierta, se oían risotadas en lo que parecía ser el salón, cerré la puerta con sigilo y me dispuse a escuchar

-¿Es mono?- una voz tan aguda que dolía, la cosa es que me resultaba familiar…

-Es… es… es un amor de niño-era Lilith “parecía” sincera- Alto, moreno, guapo, ojos verdes…

-Vamos un pivón-esa voz no la conocía de nada.

-Exacto -tarda dos segundos en continuar, ha visto algo raro.

-Mayrith vete, hay uno aquí-¿Quién era esa voz familiar?-yo me quedo esperando a ese chico maravilloso.

-Adiós, ya me contaras como es el chico Sherezade-¡cojones la voz familiar era mi prima!

Cruza próximo a mí a gran velocidad, era una rastreadora, una mujer loba, si me veía tendría que matarla, la cosa es que no sé porque, por instinto supongo porque ambos trabajamos de lo mismo, aunque en bandos opuestos. Ni siquiera me vio. Lilith se codeaba con mi prima, de la que no sabía hacia 20 años, y ¿con una mujer loba? Joder normal que sea caza vampiros. Me levante y me acerque, no muy seguro de lo que iba a decir. Cuando entre en la habitación me quede petrificado, mi prima estaba igual que hace 20, se nota que los Bathory no envejecemos. Sherezade puso una cara de asombro que no me gustaba nada.

-Ves Evans? Ese es el chico de mis sueños-me quede más pálido y frió de lo que estoy normalmente-Sherezade Ly Evans, Xaka Bathory.

-Hola primo-su sonrisa me intrigó, no sabía si aquello era buena o mala señal, abrió los brazos como invitación a abrazarla, Lilith tenía peor cara de lo que yo hubiera imaginado.

-Hola Sherezade- torcí el gesto lo suficiente como para que Lilith notara mi desencanto.

-¿Os conocíais?-miro extrañada.

-Eh si somos primos-pensé antes de continuar, ¿lo estaba haciendo bien?-Ella en realidad es Shere Ly Bathory Evans, cambio el orden por cosas de la familia.

-Si bueno chico de ensueño me voy-paso junto a mi tras abrazar a Lilith y me susurro-ten cuidado no sabe nada…

Oí la puerta cerrarse, no sé que pretendía Lilith con todo aquello, bueno si, me había tendido una encerrona. Tras varios segundos de silencio me acerqué a ella y la bese con pasión.

-No sabes el tiempo que hacía que necesitaba esto

-Xakita nos vimos antes de ayer ¿ya me has echado de menos?- puso una cara que no me pude resistir a besar.

Tras varios minutos de besos desquiciados tenía algo que me corroía por dentro, no podía callármelo tendría que decirle que era un vampiro. Era como echar una moneda a cara o cruz, o me decía que no importaba me entendía me quisiera y no cazara vampiros o que me matara allí mismo con un cuchillo, fuego y demás avíos. Recorrí su rostro con mis manos, hasta tener completamente su rostro entre ellas, obligándola a mirarme a los ojos.

-Lilith, tengo que decirte una cosa…

-Dime, a ver con que monería me respondes.

-Esto… ¿a ti te gustan las películas de vampiros?-creo que ese sería un buen comienzo

-No, los vampiros y los hombres lobos me parecen seres malvados y asesinos que no deberían existir, ¿Por qué?, ¿vas a llevarme a ver una?

-No, si no te gustan no…- buf eso iba a resultar más difícil de lo que pensaba!

-¿Eso era lo que me tenias que contar?- parecía desilusionada.

- no es todo, en verdad...bueno allá vamos…tengo que decirte…que soy un vampiro

-Jajaja que amor de niño, es una buena broma, ¿jugaste al rol hace poco?- valla, pues no se lo había creído, o no lo quería creer, tendría que pasar al plan B

-¿No me crees? Pues mira- sonreí dejando ver casi toda la dentadura para que viera mis colmillos, eso no fallaría.

-wooo si hasta te pusiste implantes y todo-seguía sin creerme…bien era hora de pasar al plan que menos me gustaba, el plan C.

Salté por la ventana, no en picado, sino impulsándome hacia arriba, caí al suelo, y en dos segundos estuve en la puerta de la entrada de su casa llamando al timbre.
Abrió la puerta asombrada.

-¿Como hiciste eso?, ¿estás bien?, ¿te has hecho daño?, ¿te has roto algún hueso?- parecía estar más preocupada por el hecho de que me hubiera hecho algo que por el hecho de haber saltado de un piso y volver a la puerta de su casa en dos segundos, sin ningún tipo de herida

-Estoy bien, tranquila-no se me ocurría otra cosa con la que poder demostrárselo.- ¿De verdad sigues sin creértelo?

-Pero mira que eres lindo, todo eso de lo los vampiros y los hombres lobos son fantasías jaja- entonces me vino a la cabeza.

-Lilith- le levante la manga de la blusa, la herida se estaba curando aun,- esto te lo hice yo con una daga, ¿la otra noche recuerdas? Yo era ese ser que ataco la joven y al que perseguiste…

Mierda, me había preocupado tanto en que me creyera que había olvidado guardar el más valioso de mis secretos. Y lo que es peor aun le había dado uno de los peores motivos para mi asesinato, me había visto beber y matar…


Explicaciones

Todo estaba en silencio, veía como su cara cambiaba de una mueca a la furia en el estado más puro. Sus ojos irradiaban rabia, algo en su postura física y su comportamiento cambiaba, creo que había liberado al pequeño Van Helsing que había en ella…

-Xaka…-dejo pasar varios segundos para pensarse muy bien lo que iba a decir-¿Cómo has podido?

-Lo siento, no quise herirte, pero temía que si te mostrara quien era me mataras, como lo vas a hacer en unos instantes, yo solo tenía sed y cacé, pero tú estabas allí…-no pude continuar vi como las lagrimas empañaban su rostro y no podía seguir contándole la verdad.

Tras varios segundos, que se me hicieron eternos, presos de los sollozos de ella y mis remordimientos, levanto su rostros bañado en lagrimas, me di cuenta, ella no quería matarme ya se había enamorado de mi solo necesitaba ver que me arrepentía…

-Lilith, yo…lo siento, jamás quise herirte, mi instinto de supervivencia fue superior a mi…-se me escaparon un par de sollozos mientras observaba esos ojos claros.

-No pasa nada-sonó muy sincera, de verdad sentía lo que decía- pero me tienes que prometer una cosa… ¿entendido?... bueno dos

Son sonrisa cautivadora fue superior a mí, la mire con ternura y asentí.

-Pide lo que quieras, de verdad, siempre que esté en mi mano lo tendrás.

-Lo primero, cuando tengas sed bebe la sangre de los animales-torcí el gesto sin querer lo justo como para que se notara mi desencanto-y lo segundo, te lo diré dentro de un par de días… ¿entendido?

No me lo podía creer, Tepes hubiera preferido la muerte a la dominación humana, pero era superior a mi algo en sus palabras me hacía sentir diferente, pero no podía luchar contra lo que era estaba en mis genes beber sangre humana, ¿qué me pasaría si bebiera la de un animal? aquella noche lo comprobaría… Tras dos segundos de pensamientos incesantes y extraños decidí responderle.

-Vale, lo primero lo intentare en breves instantes, y lo segundo-pensé una fracción de segundo en que cojones sería-cuando gustes…

-¿Vas a ir a cazar ahora?

-Si no quieres ser mordida si…

Nos miramos varios segundos cada uno con su mirada perdida en los ojos del otro sonriendo viviendo la felicidad de solo el gesto de poder mirar varios segundos al otro, la besé, me besó, nos besamos…


Noche Sangrienta


No pude aguantar mucho el beso, la sed comenzaba a ser desquiciante. Y para qué mentir, tenía ganas de experimentar. La solté con delicadeza y me acerqué al hueco de la ventana, me cogió de la mano para que me girara, sus ojos llenos de ternura y amor me llenaron del hueco del pecho, no podía separarme de ella, la necesitaba, formaba ya parte de mí esa mirada, esos labios y ese aroma. Quiso hablar, pero con solo observarla entendí lo que quería. Me la subí a hombros y salí disparado en dirección a los bosques del monte.

No tardamos mucho en llegar, su casa estaba situada en el centro de aquel gran pueblo. Hasta ese momento no me había dado cuenta de que estaba fuertemente agarrada a mi cuello, agazapada, encogida y con los ojos cerrados… Tal vez me pasé un poco con la velocidad. La desmonte y al ver que su palidez se equiparaba a la mía le pregunte por su estado.

-Lilith… ¿Estás bien?-no tenía muy buena pinta.

-Hm… Sí… Pero la próxima vez… ¿Podrías ir un poco más despacio?-efectivamente me había pasado corriendo, me acerqué a ella y la abracé.

-Bueno… ¿Qué? ¿Encuentras una presa de tu gusto?-pregunto rápidamente al ver mi abrazo un poco tenso.

-No se… voy a olisquear a ver que hay… por favor quédate muy quieta… y procura tener cuidado con las brisas, creo que podré resistir la tentación de matarte si pasara algo… Pero más vale prevenir que curar.

Me aleje un poco y comencé a buscar una presa, no sería demasiado difícil tenía demasiada sed como para andármelas con chiquitas. Escuché a Lilith susurrar algo para mí: “Te Quiero vuelve pronto…”. Era el incentivo que me faltaba. Tras rastrear un poco el entorno encontré un toro enorme. Sonreí al recordar que algunas de mis victimas masculinas no tenían un aroma muy diferente al de aquel toro. Debo suponer que me vio porque salió huyendo y yo salí tras él. La carrera no duro mucho, dos segundos conté mentalmente desde que vi el toro correr hasta que tenía su pescuezo en mi boca. Su sangre me descendió lentamente por la garganta, abrasaba más aquella sangre que la sed en mi garganta, la verdad es que la asimilaba bastante bien, no estaba tan mal como había pensado, estaba disfrutando de lo lindo. Sin querer darme cuenta el toro ya estaba completamente desangrado. Al erguirme lo noté, está completamente refortalecido, la sangre de ese toro había obtenido el mismo comportamiento que el de cualquier ser humano en mi organismo, pero no me sentía del todo saciado, aún con eso me sentía capaz de estar con Lilith sin querer desangrarla al menos 6 días, y sin probar ni una gota mas. Así que pronto intenté volver a su lado.

No costó mucho localizarla, a pesar de tener el pelo recogido su olor seguía siendo no ya el más apetecible, que lo era, si no el que se hallaba en mayor concentración. De repente se me ocurrió una malévola idea, la prueba definitiva para saber que era ella el objetivo que me otorgó Tepes, al cual había rehusado matar. Imperceptiblemente me iba aproximando a ella por la espalda. Cuando estuve a unos 10 metros de distancia comencé a correr hacia ella, cuando estuve a punto de saltar sobre ella en un ágil movimiento se apartó y me golpeo en la cara. Dolió más el hecho de ni si quiera haberla tocado, que el del golpe. Cuando me vio en el suelo inmóvil vino corriendo hacia mí, al girarme soltó un gritito ahogado.

-¡Xaka! ¿Estás bien?-parecía muy sofocada…. ¿A caso no entendía que era casi
indestructible?

-Si perfectam…-¡Horror! Estaba sangrando… pero ¿cómo?

Comencé a plantearme el porqué de aquel suceso… era la primera vez en mi no vida que sangraba… Era tan extraño y la sensación de dolor comenzaba a hacerse latente, ¡Wau! Era flipante notar la sangre a borbotones salir por aquella herida… pero no duró mucho al cabo de un par de segundos no sangraba y no quedaba ni rastro de aquella herida.

Entonces caí en la cuenta, ella si podía hacerme daño porque era… lo que era… no podía quedarme con ella, entonces la mire, tenía los ojos llorosos, enrojecidos, como la amapola que aun débil aguanta el peso de la lluvia pero aun así no puede evitar la caída de la gota, así callo la primera lagrima acompañada del primer sollozo. No pude evitar enternecerme y abrazarla, estar con ella era como volver a ser humano, maldita humanidad…

-Tranquila, no me voy a ir, ¿me ves? Estoy aquí, vivito y coleando-sonrió, una fracción de segundo después caí en la cuenta de mi inintencionada broma.

La caza había terminado por aquel día, aunque había perdido sangre y eso me hiciera volver a tener sed, podía controlarme o eso creía… bueno aquel abandonado dios proveerá…


La Despedida


Aquella noche la había pasado en casa de Lilith, la verdad al llegar el alba no había descansado mucho, debido a mi conciencia y mis comederos de cabeza, aunque quizás la inmortalidad y la innecesaridad de dormir que poseíamos los vampiro tenían algo que ver.

Mis problemas no eran difíciles de solucionar, las soluciones son lo que realmente me provocaba quebraderos de cabeza, cuando vi aparecer el sol ella aun dormía plácidamente. Así que me zafé de su abrazo “amoroso” y me levante sigilosamente, creo que no se movió ni una mota de polvo.

Necesitaba poner mis ideas en orden así que apliqué una de las clases de Tepes para resolver mis problemas mentales. Cogí un folio con sumo cuidado y una pluma, comencé a escribir los problemas que se hallaban en mi cabeza, si los veía claramente podría aclararme. Mi principal problema es que me había enamorado de una caza-criaturas mágicas, el siguiente problema era que a su lado, todo era más… humano. Y el último que ya no aguantaba el no beber la sangre de las personas, me abrasaba la garganta la sed, y el toro no me sirvió de nada. Observé durante varios minutos el papel, cuando de repente hoy a Lilith levantarse de la cama, mierda me iba a descubrir, entonces cuando me gire ya estaba al lado mía, su velocidad, aumentaba cuanto más tiempo pasaba conmigo, y mis reflejos decaían conforme los suyos aumentaban, ahí cambiaron las jerarquías de mis problemas, el principal problema era que cada vez era más notoria su fortaleza y mi debilidad, no solo por lo que ella representaba si no por ella misma.

Instintivamente la besé, y la volví a besar, y seguimos besándonos, el sofá en el que estaba completamente cubierto por nuestros cuerpos, nuestras bocas chocaban y se entrelazaban, millones de besos y sentimientos fluyeron en esos momentos, susurros de “te quiero” y caricias incesantes. Todo esto comenzaba a provocar en mi un deseo inhumano, la sed se apoderaba de mí, aquello no me había pasado nunca, mi boca se deslizó por su cuello hasta llevar a la vena aorta, exhalé el aliento sobre su cuello, rápidamente se calentó, su sangre caliente me llamaba, la besé en la zona clave y no pude evitar el morderla.

Su sangre caliente me descendía por la garganta, mientras mi veneno le entraba por las cuatro perforaciones de mis colmillos. El éxtasis que me provocaba su sangre no tenía equiparación a ninguna tomada antes. Pero tenía que parar o le pasaría como a aquel toro, debía parar… si no la perdería para siempre. Conseguí levantar la cabeza y observarla, tenía el rostro pálido, tenía que ayudarla, se moría. Cuando me levante aguantando la respiración, ella ya tenía mejor aspecto, su herida se curaba con gran facilidad, no entendía el porqué ya que no la había terminado de abrazar, ella aun no había probado mi sangre, aunque yo la suya sí.

Súbitamente comenzó a retorcerse, su color seguía siendo pálido, las heridas se convirtieron en cicatrices, lo había hecho pero ¿Cómo? ¿Cuándo había probado ella mi sangre? Ella seguía retorciéndose de dolor, a escena era horrible, yo tenía su sangre aun caliente chorreándome por los extremos de la boca, y ella cada vez más paliducha, y gritando a más volumen. No podía irme y tampoco podía ver aquello, así que me dirigí hacia una esquina y me aoville, y me puse a pensar a mi próximo destino, estaba decidido, tenía que irme.

Tras varias horas de tortura psicológica escuchando los gritos de Lilith al fin paró, como odiaba tener tan buen oído, a veces… Noté una mano en mi espalda, me giré y la vi, perfecta, era perfecta pelo negro largo, colmillos, blancos, largos y afilados, piel color perla, medidas perfectas, había pasado. Lilith era una vampiresa. Lo que más extraño resultó fue su sonrisa de agradecimiento.

-Gracias-esa palabra corroboró mis teorías.

-De nada… pero… ¿Cómo…? Ósea ¿Cuándo…?-no articulaba con demasiada fluidez.
-En el único momento en el que vi tu sangre, en el bosque, lo único que lamento fue el golpe-paró unos instantes al ver mi cara de estupefacción- sabía quién eras desde el principio, tu prima me avisó.- ¡Maldita medio Hada traidora!

-Ah… vale, entonces supongo que ya lo sabrás todo sobre vampiros técnicas y demás ¿no?-con forme planteaba el problema iba asintiendo- entonces no me queda nada por decir, esta es la despedida, al menos de momento.

-Sí… de momento-parecía taaaan segura.
Nos abrazamos y nos dimos un tierno beso de despedida.

-Te quiero-Susurre al oído cuando ambos sabíamos que aquel, no sería la última vez que lo escucháramos el uno del otro, aunque fuera la despedida.

-Y yo-su timidez se hacía notar en su voz, pero parecía tan sincera... no quería dejarla... Pero debía.

Y salte de nuevo por aquella ventana, lamentándome de aquel final. Entonces sonó mi móvil, era Tepes…
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Sakurako

Sakurako


Virgo Serpiente
Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 16/06/2010
Humor : Muy bueno

[FIC]Besos Sangrientos Empty
MensajeTema: Re: [FIC]Besos Sangrientos   [FIC]Besos Sangrientos I_icon_minitimeJue Sep 02, 2010 8:29 pm


Wow.

Acabo de leer tu fic y he de decirte que me gusto mucho.

Me encanta todo esto del mundo vampirico, y leer respecto a Lilith....tu fic estuvo muy bueno, espero y pronto nos dejes alguno más de la Saga.



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[FIC]Besos Sangrientos
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